Por Roberto Vizcardo Benavides | Diario de China | Actualizado: 2024-11-13 07:20
[Foto/VCG]
Los orígenes de la Ruta de la Seda se remontan a la dinastía Han (206 a. C.-220 d. C.) en China. La antigua Ruta de la Seda comprendía una serie de caminos y rutas que unían varias regiones de China con ciudades de Asia y Europa y prosperó hasta la dinastía Ming (1368-1644). Durante su visita a Kazajstán e Indonesia en 2013, el presidente chino Xi Jinping presentó la propuesta de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI, que pasó a conocerse como la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
Los vínculos comerciales de América Latina con China tienen siglos de historia. En 1971, Perú, junto con otros 75 países, votó por la República Popular China, lo que ayudó a restaurar su legítimo asiento en las Naciones Unidas. Los dos países establecieron relaciones diplomáticas el 2 de noviembre de 1971, y el 2 de noviembre de 2024 se celebró el 53º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Perú. Es difícil encontrar dos países que compartan tantas similitudes como Perú y China. Como civilizaciones antiguas, ambas han contribuido al desarrollo de la humanidad y se destacan en sus respectivos continentes. No es de extrañar que la distancia marítima más corta entre Shanghai y la costa oeste de América del Sur sea Chancay en Perú.
El espectacular desarrollo económico de China y su apertura al mundo exterior desde finales de los años 1970 fortalecieron su política exterior, impulsándola a hacer un llamado a construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad. Perú fue uno de los primeros países en beneficiarse de la cooperación china. En 1992, la empresa china Shougang adquirió una mina de hierro en Marcona, Perú (una de las primeras inversiones de China en el exterior). Desde entonces, la colaboración y la cooperación entre Perú y China han aumentado; los dos países firmaron un acuerdo de libre comercio en 2009 y elevaron la relación bilateral a una asociación estratégica integral en 2013. Primera inversión de China en Perú (en la mina de hierro Marcona) fue de 120 millones de dólares. Hoy en día, ha aumentado a 35.000 millones de dólares, repartidos en sectores como la minería, la infraestructura, la energía, las comunicaciones y los servicios.
Desde la década de 1990, el Perú ha desarrollado un entorno macroeconómico formidable caracterizado por la fortaleza de su moneda (el Sol), una inflación de un solo dígito durante 27 años consecutivos (el único país de América Latina con tal récord), un bajo nivel de deuda externa ( en relación al PIB) y un alto nivel de reservas en el banco central (uno de los más altos del continente). A pesar de las vicisitudes políticas, los motores de la economía del Perú son muy poderosos y resistentes. Esta semana el Puerto de Chancay, símbolo de la cooperación chino-peruana, realizará su ceremonia de operación. Se convertirá en un hub de negocios de las Américas y desencadenará una verdadera revolución económica en la región, impulsando directamente su desarrollo y reconfigurando el mapa de rutas marítimas en la región Asia-Pacífico. La asociación chino-peruana se refuerza continuamente. Reputadas empresas chinas en consorcio con empresas locales están a cargo de importantes proyectos en diferentes regiones del Perú, creando empleo directo e indirecto y contribuyendo al desarrollo del Perú.
Entre los proyectos emblemáticos se encuentra la construcción de la Central Hidroeléctrica San Gabán III, por valor de $500 millones, en la región forestal de Puno, en el sureste de Perú, que incluye la construcción de un túnel de unos 15 kilómetros de longitud que desviará las aguas del río del mismo nombre para generar 206 MW de electricidad y alimentar el sistema interconectado nacional. En la vecina región de Cuzco, otra importante empresa china está construyendo una carretera, incluido un túnel de 2 kilómetros de longitud, desde Santa María hasta Machu Picchu, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, para facilitar y mejorar el acceso al santuario inca. Perú está invirtiendo en proyectos de infraestructura para respaldar el nuevo megapuerto de Chancay, con el objetivo de mejorar el corredor logístico Callao-Chancay y mejorar la conectividad en todo el país. El desarrollo del complejo portuario gemelo se ubica en la Región Lima y están separados por 80 kilómetros. Como nuevo centro comercial en la costa del Pacífico, el complejo portuario Callao-Chancay ofrece a Brasil y otros países sudamericanos una ruta de exportación alternativa a los mercados asiáticos. El Perú está presenciando por primera vez en su historia un desarrollo económico de tal escala gracias a su asociación con China, que se basa en la buena voluntad, la confianza mutua y el respeto mutuo. El desarrollo del Perú es un ejemplo de hermandad y destino común de dos civilizaciones milenarias, que se convertirá en un ejemplo para América Latina.
El autor es profesor emérito del Centro de Estudios Nacionales Avanzados y director del Instituto de Investigaciones General Marín Arista, Lima, Perú. Las opiniones no reflejan necesariamente las del China Daily. Si tiene una experiencia específica o le gustaría compartir su opinión sobre nuestras historias, envíenos sus escritos a opinion@chinadaily.com.cn y comment@chinadaily.com.cn.
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